silencio

silencio
pero mis ojos gritan

domingo, septiembre 11, 2005

Desahogo

Por fin, me siento...BieN.

Cansada, somnolienta, relajada y tranquila.

Tenía una especie de nudo en el estómago, una acumulación de energía que nunca gastaba, que se iba acumulando y apelmazando violentamente hasta formar una montaña de histeria explosiva que no hacía más que recargarse y recargarse dentro de mí.
Hoy la he vomitado toda, y me siento bien.

Decidimos hacer algo de una vez para combatir nuestro repetitivo y bien sonado aburrimiento, y nos llegó a los oídos por un contacto la presencia de un concierto de skapunkguarro_ precio:1€. Y después de ciertos problemas llegamos.

No era nada fuera de lo normal, los mismos gilipollas de turno que se creen guays y eso, pero bueno.. no había otra cosa mejor que hacer.
Una vez dentro ya empecé a videar caras conocidas, muy conocidas, y menos uno que sí se acercó a saludarme, los demás me hicieron el vacío ya descaradamente (ya me voy acostumbrando, no.problem.for.me). Así que me empecé a cabrear un poquito.

Al sonar la música, se formó en el centro una especie de batalla campal con hostias de todo tipo, me empezaba a preguntar dónde coño me había metido. Me estremecí por instantes, y la mezcla entre tanta violencia explícita y el sentirme una desconocida se descompuso el estómago. Tuve que salir.

Pero al rato empecé a sentirme mejor, con ganas de soltar ya todo eso que tenía dentro almacenado, y entré al centro.
En caliente, ahí no parecia tanto como desde fuera, era en cierto modo gratificante.
Me metía una y otra vez con todas mis ganas, con mi brazo izquierdo de escudo, y le iba cogiendo el gustillo.

Un subidón de adrenalina, gritando y forcejeando, al ritmo de la música, sobrecogedor.

En ese espacio de tiempo descargué toda mi rabia, y me sentía bien. Los efectos secundarios: Varias cicatrices en la mano izquierda(el escudo) y los brazos_seguramente las putas pulseritas de pichos ahora de moda_ y un ligero dolor en el costado. Habrá que repetir.

Satisfechos y llenos durante algún tiempo nos encaminábamos hacía el autobús nocturno cuando de repente se nos acercó un sucio. Hablándonos en un idioma extraño -portugués mezclado con algoraro búlgaro- nos preguntó como ir a la estación de autobuses, y decidió acompañarnos ya que tomábamos el mismo camino.
Tras una charla, de la que entendimos bien poco, nos despedimos del tio que resultó muy buena gente, y a Yafar no se le ocurrió otra idea que dejarle un recuerdo, una tuerca de unos 10mm de diámetro.
Y el tio después de cavilar extrañado unos segundos se sacó algo del bolsillo, y con un movimiento ligero de muñeca sacó una navaja.
Por un segundo, se me congeló la sangre de las venas. Pero después el búlgaro se la ofreció a Yafar, como recuerdo, se despidió de nosotros y se fue, en dirección al río.

Nos quedamos atónitos. Y ya en lugar seguro inspeccionamos el regalo, un auténtico cuchillo homicida con agujeritos para que pase el aire y que no habrá hecho cosas muy buenas.
Ya tiene otro objeto para su coleción de cosas raras.

Hoy he llenado mi vacío, no para siempre, pero sí durante una buena temporada. Necesito salir más.

1 comentario:

Anónimo dijo...

ves....te dije k te metieras k era la polla menuda noche