silencio

silencio
pero mis ojos gritan

martes, agosto 09, 2005

Musas de vacaciones

Yo, en parte.

Como muerta en vida permazco secuestrada en un apartamento a instancias de la playa, cutrerío típico incluido. Conducida bajo presión emocional (Ánsias maternas de familia unida tipo piña) a esta cárcel de calor húmedo y musquitos chupasangre.

Mi mente, sinembargo, ya harta de tanta reflexión sin sentido y filosofía absurda si que goza de buenas vacaciones. Se ha fugado al incógnito en soledad para disfrutar de la vida, ni yo se cuando volverá.

Desconectar, he desconectado. Tan solo me limito a leer los libros de mi mochila-biblioteca, escuchar música con el volumen a tope mientras me tiro en la cama, de vez en cuando hacer una visita a los cadáveres de medusas que examino con un palito apropiado, dormir y poco más.

Aburrimiento........Pues sí, en grandes dosis.

Así y puesto que mi mente no da señales de vida me limitaré a trascribir algunas definiciones del Diccionario del Diablo, para eso de ampliar conocimientos y más que nada como pasatiempo.
(Hay que estar aburrida)

Ahí va.

Ambrosía, s. Dieta de los dioses: el cacahuete moderno.

Amigo, s. Investigador en el portaobjetos de cuyo microscopio vivimos, nos movemos y somos.

Amor, s. Insania temporaria curable mediante el matrimonio, o alejando al paciente de las influencias bajo las cuales ha contraído el mal. Esta enfermedad, como las caries y muchas otras, sólo se expande entre las razas civilizadas que viven en condiciones artificiales; las naciones bárbaras, que respiran el aire puro y comen alimentos sencillos, son inmunes a su devastación. A veces es fatal, aunque más frecuentemente para el médico que para el enfermo.

Animal, s. Organismo que, al requerir gran cantidad de otros animales para su sustento, ilustra claramente la generosidad con la que la Providencia vela por la preservación de las vidas de sus criaturas.

Aplauso, s. Eco de una perogrullada que surge de la boca de un necio.

Ausencia, s. Lo que "hace que le corazón eche de menos"... a la propia ausencia.

Ausente, adj. Expuesto a los ataques de amigos y conocidos; difamado; calumniado.

Ay, interj. Voz que se supone que denota cierto grado de languidez, mezclada con arrepentimiento. Se la encuentra con frecuencia en la literatura, pero nunca se la oye en la vida real. Algunos creen que representa un bostezo; otros un suspiro. Los poetas la utilizan en diversos sentidos: Joaquin Miller como grito de guerra; Adair Welcker, con notables resultados, como lamento amoroso del gato macho noctámbulo.

Bacon, s. Momia de un cerdo embalsamada en salmuera.

Beso, s. Palabra inventada por los poetas como rima para "dicha"*. En términos un tanto vagos, se supone que significa algún tipo de rito o ceremonia que implica un buen entendimiento; pero la manera concreta en que se pone en práctica es desconocida para este lexicógrafo.
*Kiss (beso) rima con bliss (dicha)

Blanco, adj. Negro.

Bobo, s. Persona de gracia imperfecta, dada en exceso al vicio de tropezar consigo misma.

Bruja, s. (1) Mujer fea y repulsiva que mantiene una perversa relación con el diablo. (2) Joven bella y atractiva cuya perversidad supera con creces la del diablo.

Cadáver, s. Persona que manifiesta el grado más elevado posible de indiferencia que puede aceptarse para corresponder a la solicitud ajena.

Cagadita (de mosca), s. Prototipo de puntuación.

Cama, s. potro para torturar a los perversos; baluarte sin fortificar contra los remordimientos.

Caníbal, s. Gastrónomo de la vieja escuela, que conserva los sabores sencillos y sigue la dieta natural del periodo preporcino.

Carne de gusano, s. Producto terminado del que somos la materia prima. Contenido del Taj Mahal, de la tumba de Napoleón y del Grantarium.

Cebo, s. Preparado que hace que el anzuelo resulte más apetecible. El mejor es la belleza.

Chochez, s. Debilidad mental producida por la edad, que se suele manifestar en la forma de locuacidad. (Esta palabra era originalmete anecchochez, pero los que la tienen como virtud carecen del tiempo necesario para pronunciarla completa: están demasiado ocupados hablando.)

Cínico, s. Sinvengüernza cuya visión defectuosa le hace ver las cosas tal y como son y no como debieran ser. De ahí la costumbre de los escitas de arrancar los ojos a el cínico para mejorarle la vista.

Conciencia, s. Estado mórbido del estómago que afecta a la materia gris del cerebro y produce confusión mental.

Controversia, s. Batalla en que la saliva o la tinta reemplazan al insultante cañonazo o la desconsiderada bayoneta.

Demencia, s. Brillante y lujoso tejido, del que la cordura es el lado interior, donde se unen las costuras.

Desilusionar, v. tr. Liberar el alma de las cadenas de ilusión para que el azote de la verdad pueda hacer mella en muchos más sitios.

Desnudez, s. Cualidad del arte más difícil de soportar para los lascivos.

Enfermedad, Donación que hace la naturaleza a las facultades de medicina. Generosa contribución pra el sustento de los enterradores. Medio de proporcionar carne que no está muy seca ni dura al valioso gusano dec tuma para que excave túneles.

Espejo, s. Plano vítreo sobre el que aparece un efímero espectáculo dado para desilusión del hombre.

Familia, s. Grupo de individuos que moran en unas casa compuesto del macho, hembra, crias, sirvientes, perro, gato, pajarito, cucarachas, chinches y moscas; la "unidad" de la sociedad civilizada moderna.

Hombre, s. Animal tan sumergido en la extática contemplación de lo que cree ser, que olvida lo que indudablemente debería ser. Su principal ocupación es el exterminio de otros animales y de su propia especie que, a pesar de eso, se multiplica con tanta rapidez que ha infestado todo el mundo habitable, además del Canadá.

Incitar, v. tr. Animar al delito, como cuando se da limosna a un pobre.

Ladrón (de cadáveres), s. El que despoja de gusanos de tumba. El que provee a los médicos jóvenes lo que los médicos viejos han provisto a las pompas fúnebres. Hiena.

Locura, s. Ese "don y divina facultad" cuya energía dominante y creativa inspira la mente del hombre, guía sus actos y adorna su vida.

Maravilloso, adj. No se entiende.

Moda, s. Déspota al que el sabio ridiculiza y obedece.

Mosquito, s. Espora del insomnio, que se distingue de la Conciencia, bacilo de la misma enfermedad.

Nostálgico, adj. Sin un céntimo y en el extranjero.

Nuez, s. Protuberancia en el cuello del hombre, sabiamente ubicada por la naturaleza para mantener la soga en su sitio.

Opiáceo, adj. Puerta abierta en la prisión de la identidad, pero que da al patio de la cárcel.

Pesimismo, s. Filosofía impuesta al observador por el desalentador predominio del optimista, con su esperanza de espantapájaros y su abominable sonrisa.

Precoz, adj. Niño de cuatro años que se fuga con la muñeca de su hermana.

Prohibido, part. pas. Investido de un nuevo e irresistible encanto.

Rapto, s. Especie de invitación sin necesidad de persuasión (Véase SECUESTRO)

Revelación, s. Descubrimiento, ya avanzada la vida, de que uno es necio.

Revólver, s. Argumento utilizado por maníacos temporales.

Sandeces, s. Oratoria de solar de barrio.

Tristeza, s. Estado mental producido por un juglar, la columna graciosa de un periódico, la esperanza en el cielo y un diccionario del diablo.



Y esto ha sido todo hasta expectativas de que mi mente y con ella las musas salgan de su exilio y acaben con este SOPOR INSOPORTABLE.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

madre mia... bueno mientras no te vuelvas loca de tanto pensar y aburrirte sin comerte el coco es aburrimientok se pasa rapido peor a la vez lento yo ni de coña me fui a barcelona por eso mismo...

Anónimo dijo...

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