silencio

silencio
pero mis ojos gritan

martes, julio 12, 2005

Discriminación II

Efectivamente, poco he tardado en encontrar un alma solitaria y excepcional que sepa apreciar el tabaco negro.
De nuevo, sentadas como siempre en el mismo sitio, sobre la misma hora y con los mismos gansos de siempre haciendo botellona; tras otro rechazo de mi tabaco incomprendido y rompiendo toda regla apareció un hombre extranjero, inmigrante del Este, que tras decirle la denominación de mi tabaco lo aceptó alegre y risueño.
Se sentó junto a nosotras y comenzó a hablar de su vida, de su país, de la gente... Tenía unas opiniones y razonamientos inusuales en ese tipo de personas aparentemente indiferntes a la vida, le interesaba mucho el por qué de nuestras quejas a la sociedad, nos acompañó en nuestra crítica a los "modernillos de mierda", y a la inútil acción de la policía para resolver la criminalidad cada día más juvenil.

Me fascinó, esa capacidad para expresar tantos sentimientos de forma tan emotiva y sinembargo permanecer con un talante frío sin perder esa sonrisa vacía mientras apuraba cada cigarro.
Los detalles en los que se fijaba, como el dibujo de un Cd que me acababa de comprar, dijo: "Este se parece a mi padre, tiene pintado un corazón negro..." y cuando vió escrito en la bolsa del Sevilla Record, "Amor de Dios", preguntó: "¿Y dónde dan amor de Dios?"
-"En ninguna parte" dije.

Tras largo tiempo de conversación, él hablando y nosotras escuchando atentas, entrecortado esporádicamente por sus interrupciones haciendo visitas a otros grupos para volver a retomar la conversación con nosotras, me fue pareciendo una persona cercana y querida, se ganaba el cariño con sus detalles, sus ingeniosos comentarios, la expresión amable y cansada de su cara...

Después de una hora y media nos preguntó nuestros nombres.. -"Sherik" se llamaba.

Albanés, con varias carreras (psiquiatría, filosofía, sociología, pedagogía, ciencias políticas...), y en la calle viajando desde China hasta Alemania por las montañas tan solo con una bolsa medio vacía y escuchimizada, sabiendo más idiomas que un profesional y sin dinero para un café.

-"¿Es triste, verdad?"

-"Si. Si que es triste."




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1 comentario:

Anónimo dijo...

Es posible que la gente viajera sea la que prefiere no ser supuestamente grande haciendo grandes cosas en un trabajo como elque podria encontrar con tan buen expediente jeje muchisimos eempresarios del doble de grandeza de ese desconocido es posible que le envidianse si viene de alemania y china y conocer gentey viajar...no puede ser tan malo ? me lo pase muy bien en el centro....muy interesante Ana ...me estoy mas a tu blog que al de carmen ede reconocerlo jaja este es mas de nivel medio el de carmen llega un punto que es imposible de entender por lo menos apra mis alcanzes...