silencio

silencio
pero mis ojos gritan

jueves, enero 12, 2006

Horóscopero

En tanto que dejábamos pasar otra tarde de nuestra vida tirados en un banco de la plaza del Museo con el aburrimiento campando a sus anchas por todos nuestros fluidos corporales. Hasta que apareció un ser desconocido que no dudó en acercarse a nosotros con intención de mostrarnos algún espectáculo cirqueño.
Se trataba de un astrólogo, un astrólogo con aires de haber salido de un barrio de Brooklyn, pantalones anchos, sudadera talla XXXL, gorra de marca incluída, vamos tenía un cierto "toque" de estilo hiphop.
Así empezó a mostrarnos sus dotes aprendidas, describiendo según cada signo del zodiaco las respectivas características de personalidad, además de las preferencias sexuales.
Nunca pude imaginar que un horóscopo me dejara tan hecha polvo.

Para Virgo: Son personas muy muy muy perfeccionistas, tanto que se fijan en el más mínimo detalle, y son los primeros que se dan cuenta de cualquier imperfección, que rechazan al instante. Buscan una perfección minuciosa que evidentemente no existe. Esta búsqueda frustrada provoca la frigidez de estos individuos.

Así que frente a los demás presentes, unos muy buen sexo, otras tantas ninfómanas, y yo frígida. Y no solo eso, sino que también si yo estaba esperando algo mejor en la vida, está claro que no lo voy a encontrar.
Así que amigos, listos para la depresión, al final acabaré liada con un ser totalmente opuesto a la perfección que tengo en mente, un tipo seboso, acolchado, que no se le marque ningún hueso, que coma mucha mucha carne, que le gusten las baladas de Luis Miguel, que vaya a matanzas de toros y a misa todos los domíngos, que sea metrosexual, que lleve medio kilo de oro al cuello, que no pase del misionero, que no haya leído un libro en su vida, que tenga una dentadura profident, que sea virgen hasta el matrimonio (matrimonio por la iglesia), que goce de un dorado bronceado vía rayos UVA, que sea empalagosamente cariñoso, que vaya al gimnasio a hacerse musculitos dotados de vida propia, que odie las películas subtituladas, que lleve el pelo engominado y repeinado, que tenga mucho dinero y coches, que esté totalmente insertado en la sociedad y me lleve a fiestas de empresa...........................................
¡Que horror! Así justifico mi frigidez.

Un destino con poco sino. Esperemos que el horóscopero no fuera más que un vil impostor, porque si era de veras un profeta iluminado la llevamos clara.