Existencialismo pictórico

Y, ¿dónde puede una servidora encontrar tal alegría?

Tal vez usted lo sepa
o quizás usted
o usted

¿tiene alguien alguna respuesta?
¿han encontrado mi alegría en una oficina de objetos perdidos?

No, ¿verdad?



(silencio)



Así, la niña polilla se tomó en sus brazos y se llevó a la vida a mendigar fervor.

Saturación

Las dos horas más de sueño esta mañana. Tranquila y lenta caminata hacia el instituto. Las pilas agotadas en el momento climax de 'Is she weird' de los Pixies. El viejito que arratraba dos bolsas de basura color cielo por el asfalto de la carretera, y manetnía su temple sereno aún con los pitidos de los coches que llegaban tarde al trabajo. La falta del profesor de griego a la clase, lo ví fumando un cigarro en la calle através de las rejas. Las miradas de los compañeros de clase, sus caras cuando hablo. La destrucción y seguido esparcimiento en forma de confetti del 'comunicado' de la profesora de inglés. El mono. La entrega de notas. Los achuchones de mi madre. Las niñas llamando a mi hermano a la puerta. La preparación del paquetito estupefaciente para Carmen. El 27 pasando de largo antes de que cruzase la carretera. El enano con móvil de última generación. El mono. El yo-yo en espiral de la hermanita de Carmen. El 27 atestado. La angustia y recién llegada claustrofobia. La rapidez para encontrar el libro de Cortázar. El café con leche y golden american sin filtro en el Platea. Mis piernas dormidas. La palidez de Carmen en el servicio. El Museo de día. El pánico a las masas (negras). Las charlas filosóficas. La falta de regaliz en el kiosko. El sonido de las cuerdas de la guitarra. El abrazo de Sole. El acento argentino. El skin que nos miraba como eligiendo piezas de ternera en la carnicería. Los ojos. Mi impotencia para emitir algún sonido. Mis gritos. El camino acompañando a Carmen. La charla metafísica. El silencio y los reproches interiores con incoherencia exterior. El secuestro de la pequeña sudamericana. La caminata con creaciones psicodélicas de mierda a punta de pistolas digitales, los saltos y desafios a la gravedad, los juegos de agilidad dáctilar. La masa del Sirena. El saludo flamenco. La ocupación de la acera. Mi amigo intentando derretirme los hielos. La insistencia carnal de la chica okupa. La frustración de su hermanita sudaka. Las rosquillas amorfas pero azucaradas. Las conversaciones con el veinticincoañero y sus anécdotas de los 90. Su invitación a droga y ofrecimiento de discos. El camino de vuelta. Alegría, improvisaciones. El cambio de autobuses. Efectos de la droga en ámbito de marginación e importancia del color de la piel figurado en unos amigos. La carrera de unos y el rollo de otro. La charla sobre drogas. El mareo en el autobús. El viejito con chaqueta vaquera y su compás medido al hacerse la cola. La carrera hacia mi casa. El agua en la cara. El sonido de las teclas del ordenador.
Infinitud de sabores. El conjunto es esta sensación. Me siento bien. Demasiado para un día quizás vacío.

Strawberry moment

Y pensar que en una aburrida y elitista clase extraescolar de inglés iba a encontrar el sentido de la vida.
Así es, mi profesor, un nativo con un gran amor por su lengua materna en todos sus rasgos hijo de un escocés y una vikinga-gitana, cansado ya de tanta gramática decidió hacernos una estúpida pregunta: What type of vegetable would you like to be? (¿Que tipo de verdura te gustaría ser?)
Atónita por esta pregunta y las absurdas respuestas de los demás, me quedé en blanco cuando me preguntó a mí (pues no estaba pensando en el tipo de verdura que otros decían, sino más bien en un 'vegetal' concreto).
Había todo tipo de verduras: carrot, cucumber, peas, spinach, tomatoes... hasta que una alumna dijo: strawberry. Ante el error de la chica al confundir una fruta con una verdura el elucubrado profesor decidió otorgarnos con una entretenida historia sobre una fresa (en voz inglesa por supuesto).

'Érase una vez un hombre que se cayó por un barranco...' así empezaba y la fresa no aparecía, pero sigamos escuchando. '..este hombre consiguió sujetarse de una liana y quedó suspendido en el aire, intentó primero bajar por la liana pero la caída era demasiado alta y además abajo en el suelo habían dos tigres hambrientos relamiendose por comer algo de carne humana...' y la fresa sin aparecer, '..intentó escalar para poder subir arriba, pero el muro era demasiado empinado para poder sujetarse y además arriba habían dos ratones, uno blanco y otro negro, royendo poco a poco la liana..' ¿¿historia de una fresa?? '..el hombre estaba aterrorizado, temeroso de su muerte segura a manos de los tigres, pendiente del tiempo que tardaría en caer al suelo donde sería cruelmente devorado. Entonces, cuando por fin se tranquilizó y asumió su situación pudo visionar una fresa salvaje justo delante suya, inquieto y con curiosidad le dió un bocado y sintió que era la cosa más maravillosa que había probado en su vida, se sintió como rodeado de un áura celestial, y de repente todo era hermoso y radiante.'

'Ese hombre somos todos nosotros', nos dijo. '..los tigres representan la muerte, y los ratones el tiempo que transcurre, el día y la noche sucesivamente. Todos vamos a acabar en la muerte, de una caída inesperada o por cuenta de los años. Si nos obsesionamos con cualquiera de las dos cosas nunca podremos encontrar la fresa. La fresa es cada momento que pasa. Para mí este mismo instante es un strawberry moment, y si ahora cuando coja la bicicleta de vuelta a casa tengo un accidente y muero no pasa nada porque yo he probado la deliciosa fresa. Hay personas que se pasan todo el tiempo preocupándose por lo malo que vendrá y están tan distraídos con sus predicciones que no saben ver la fresa. Y cuando por fin mueren se dan cuenta de que existía una fresa y ahora la han perdido. La fresa nunca se acaba, es una fresa mágica, y cada bocado tiene un sabor distinto, pero tiene sabor, tiene color, tiene la nota de vida. Cada momento es un bocado de la fresa, y como ya sabemos bien cuál va a ser nuestro destino, los tigres pase lo que pase, la fresa es lo único que nos evade de ese destino. La fresa es nuestra evasión espiritual.'

Así terminaba la clase, con su humor inglés y gran expresividad.
Yo, casi sin parpadear, musité un instante, luego comprendí y surgió una leve sonrisa en las comisuras de mis labios.
Disfrutaba ese instante. Ese momento en clase. A las 10 y pico de la noche. Con niñatos de papá haciendo sus comentarios de siempre. Pero yo estaba muy bien. Lo comprendía, porque ese momento lo estaba viviendo como un éxtasis, a cámara lenta, con un remolino introspectivo en mi ser. En ese instante me sentía feliz.

'Enjoy every strawberry moment!' decía mientras los alumnos bajaban corriendo las esclareras.
Ellos apenas se cercionaron de lo que ocurría, pero yo, bien recta en mi silla y con los ojos bien abiertos copiaba 200 veces en mi bloc de notas mental la sucesión de palabras: Strawberry moment.

requiem

Me muero.

Mi metamorfosis me está matando.

Sabía que existían en mi dos personas.

Pero una está dando sus últimos coletazos.

Mi crueldad supera los límites.

Se acabó el equilibrio..


Ser vacío y sin vida. Sin aliento. Sin sentimientos.
Nada
no queda nada

nadanadanadanadanadanadanadanadanadanadanada........... que valga la pena.

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¿Cansado de ver siempre la misma mierda?

¿Aburrido de esperar que las cosas mejoren en este mundo?

¿Harto de tanta 'sucia verdad'?

No desespere más.
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.."desde que llevo las nuevas gafas de visión rosa "Staring pRincess" he encontrado facilmente a mi principe azul, pues con la nueva tecnología "Staring pRincess" el más zarrapastroso de los hombres es igual al Ken príncipe de los sueños, ¡sí, sí!, con capa, corona y todo, es increíble, mis sueños se han hecho realidad"...

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Olvídese de la verdad.
Disfrute de la vida como siempre vió en las películas de Walt Disney.

Para usted princesita.
Póngase las nuevas gafas de visión rosa "Staring pRincess", siéntese y espere a su principe azul.

Dedicado a todas las princesitas ingenuas de este mundo.
Los cristales semiópacos de las gafas están hechos con vuestras pulidas córneas, princesitas.

lil'drum

Lo nuestro fue amor a primera vista.
Su color azul eléctrico.. Su retumbante nombre..

Ya no podía mirar a otra.
no

y me llenaba el espíritu de pensar que podría tenerte.


Dos semanas después, dinero, y ya estás en mi casa.

Ya eres mia. vamos a estar juntas hasta el final, amore.



Que tierno



Y luego intento que no me llamen materialista.

Sólo te puedo amar a tí materia inerte.

(!Pero que materialista soy¡)

Sick-girl

Prólogo
Ocho dias en Grecia
Ocho dias drogada
bebiendo, fumando, y deleitandome con la más potente de las sustancias estupefacientes: el arte clásico. Pues tanta horizontalidad, líneas rectas y perfección áurea te hacen reflexionar de una manera tan abstracta sobre los agujeros de tu vida que te elevan al éxtasis de una transveneración que sumado al cansancio, la falta de sueño, y la fusión de sustancias en la sangre provocan una mezcla explosiva.
Recuento:
El primer día ví el amanecer desde el balcón con varias caladas de polen gorroneadas a la habitación de al lado, el segundo apareció Ali con la cachimba (regalo para su novio) que todos todos usamos, con su tabaco de plátano y con diversas sustancias, al tercer día llegó el alcohol con predominancia del magnífico Ouzo típico griego que ya había probado esa mañana antes de comer, muchos chupitos y otros tantos vasos de vodka, seguido de un desenfreno pasional en una discoteca, y no contenta con eso varios manguerazos de agua de una loca y pasar la noche en el pasillo del hotel huyendo del recepcionista porque no teníamos las llaves de la habitación, al cuarto día más alcohol esta vez whisky y más de mi ouzo querido y otra vez a la discoteca, pillandole el gustillo, acabé reclutada por una amiga que no había bebido sola y comiendome un bocadillo de noseke, mientras la otra salia a cazar a más borrachuzas salvajes, el cuarto día más vodka, alemán esta vez, y una vuelta pasada por agua por el pueblo, llegada turbulenta y pelea con las princesitas por como dormir correctamente, nos exiliamos a una habitación con un balcón comunitario por donde pasó media humanidad, deseandonos buenas noches y todo, el quinto día reestrenamos la cachimba con las pastillas de los monjes de meteora, experimentamos echandole el vodka que sobró y más ouzo, me quedé en la habitación de Ali, nos quedamos dormidas y al día siguiente las princesitas de mi habitación se fueron y tuve que ir al una isla en barco, a cuerpo, sin dinero, sin nadaa, el sexto día fue de tranqui pero con un combo de todo lo anterior, cachimba, alcohol, mezclas extrañas..., el séptimo día incontables horas en una discoteca y derroche de dinero en cubatas a 5 €, cuando decidimos cambiar de sitio, tormenta y huída en taxistas dementes al hotel, por último el octavo día no se queda corto, pues sin consumir sustancia alguna y debido a los cambios de presión en el avión descubrí lo que sabiamente he denominado: "Morao aéreo", desequilibrio y mareos paranoicos, aparte de verborrea en inglés y otros idiomas no romances.

Epílogo

El acabóse viene después, cuando me ofrecen ya en Sevilla, 5€ de polen y yo lo compro sin pensarmelo dos veces. Tras un conciertillo de punk y consumida la droga hasta el tope
me siento bien.
Pero, horas despues, en el bus nocturno, regresando sola como siempre, un pelotazo doloroso golpeó mi cabeza, perdí la estabilidad y todas las luces se fueron apagando progresivamente hasta llegar al negro absoluto.
Me ví tirada en el suelo atendida por un desconocido cuarentón, sin sentir ninguna extremidad de mi cuerpo y con hormigueos. Al rato me recuperé y me levanté.
El hombre sentado tenía las manos pellejosas y aspecto nervioso.
-Estás pálida
No contesté
-¿Has tomado algo?
Tardo al menos 4 segundos en reaccionar, y agito la cabeza de lado a lado fuertemente.
-Seguramente habrá sido por el ambiente cargado y eso...
..

El primer desmayo de mi vida consciente.
Se me empiezan a notar los huesos y empiezo a estar enferma.
¿Qué más puedo pedir?